Hace mucho tiempo en los días de los antepasados había un
guerrero llamado Corre En Bosque.
Hace muchos veranos Corre En Bosque recibió su nombre de su
pueblo.
Desde antes que cualquier de su pueblo pudiera recordar, no
habiá
ninguna carrera de pie por el bosque que él no ganara.
Corre En Bosque no era guerrero famoso y no tenía ningunas
plumas
de guerra pero todo el pueblo lo trataba como pariente.
Corre En Bosque amaba a su pueblo y por todas las muchas estaciones de
su vida usaba sus pies ligeros para cazar, proteger y traer felicidad a
su pueblo.
A su pueblo le gustaba mucho darse regalos uno al otro y Corre En
Bosque
recibió muchas cosas porque tenía mucho amigos.
Un día el curandero del pueblo le alcanzó a, Corre En
Bosque
y le dijo - Corre En Bosque le oído a algunos guerreros
jóvenes
hablar sobre tí. Lo que dicen no es bueno. Dicen que no eres
guerrero
y que la sola razón que tienes tanto es porque todo el pueblo te
regala cosas. -
Corre En Bosque se preocupó mucho. Dijo - Conozco a estos
guerreros
jovenes. Son muy valiosos y trabajan muy duro. ¿Porqué
han
de decir tales cosas de mí? -
Entonces el curandero replicó - Cuando estos guerreros eran
jóvenes
sus padres fueron muertos defendiendo nuestro pueblo y así los
padres
no estaban presentes para en señarles a sus hijos el sendero del
honor. -
El curandero preguntó con cuidado - Corre En Bosque estas cosas
que tienes ¿Cuánto te importan?
Corre En Bosque no temia que pensar mucho tiempo. Dijo - Nada me
importa
más que el amor que tengo para mi pueblo y todo lo que tengo me
hace pensar del amor que tienen para mí.-
El curandero se alegró al oír ésto. Al día
siguiente fue al jefe cacique y le pidió que llamara una
reunión
del pueblo.
El jefe sabía la mejor manera de reunir a su pueblo y
inmediatamente
anunció un Gran Baile.
Al pueblo le gustaban mucho los Grandes Bailes, especialmente a los
niños.
Amaban el sonido de los tambores, los movimientos de los bailadores y
las
narraciones de los cuentos. La noticia del Gran Baile prójimo
corrió
rapidamente por el pueblo.
Cuando el jefe había reunido al pueblo dijo - Nuestro
curandero
tiene algo importante que decir. -
El currandero contó que había oído a los guerreros
jóven es platicando sobre Corre En Bosque y les dijo que
vinieran
adelante del pueblo.
Los guerreros jóvenes tenian verg?enza. No creian que cualquier
persona les hubiera oido platiecando en el los que.
El curandero pidió que todo el pueblo se callara porque Corre En
Bosque tenia algo que decir a los guerreros jóvenes.
Mientras el curandero le dió el palo de hablar a Corre En
Bosque,
el pueblo se calló, hasta los niños se sentaron y se
pusieron
muy callados.
Cuando yo era muy joven - Comenzó Corre En Bosque - nuestro
pueblo
sufrió muchas estaciones cuando el Gran Espíritu nos
mandó
muy poca lluvia. Por razón de esta seca, los lobos solían
atacar nuestro pueblo. -
Todo el pueblo estaba callado y había muchos que recordaban
aquellos
tiempos malos y inclinaron la cabeza.
Corre En Bosque siguió - Durante esos tiempos malos mi padre y
yo
protegiamos a un grupo de niños que traían agua cuando
fuimos
atacados por lobos. Mi padre fue muerto mientras que yo guiaba a los
niños
seguramente al pueblo. Ni un solo niño fue dañado durante
la vuelta al pueblo y así el pueblo me dió el oficio de
siempre
proteger a los niños. Así cuando los otros guerreros
salen
a la batalla o a cazar, yo no me voy con ellos. Mi oficio es de
quedarme
en el pueblo para protegerlo del ataque mientras que nuestros guerreros
no están.
Cuando Corre En Bosque dejó de hablar, los guerreros
jóvenes
todos juntos, dieron un suspiro. Nadie les había dicho del
oficio
de Corre En Bosque en su pueblo. Todas los ancianos del pueblo,
esperaban
sin respirar porque sabían lo que había de pasar.
Cuando Corre En Bosque volvió a hablar todos los ojos lo
miraban.
Dijo - Ustedes, los guerreros jóvenes creen que todo lo que
tengo
me importa - Inclinaron la cabeza de a cuerdo. Entonces les dijo -
Puedo
regalar todo lo que tengo y se lo doy a ustedes para compartirlo entre
sí. Pero la única cosa que no puedo darles a ustedes es
el
amor que fue dado a mí con estos regalos. -
De repente se levantaron todos. Un niñito ligero agarró
el
palo de hablar de la mano de Corre En Bosque. El pueblo empezó a
callarse y dentro de poco, todos, incluso a los niños, estaban
callados.
Todos escucharon al niño mientras hablaba del regalo que le
había
dado a Corre En Bosque por haberlo ayudado. No quiso que Corre En
Bosque
se lo regalara a ningún otro.
Uno tras otro mucha gente agarró el palo de hablar y
contó
sus rezones de darle regalos a Corre En Bosque.
Cuando todos ya habían contado sus historias, el curandero le
preguntó
a Corre En Bosque - ¿Recibiste regalos de los padres de estros
guerreros
jóvenes? Y te acuerdas de los regalos que te dieron? -
Por supuesto – dijo Corre En Bosque – Me crecí a ser hombre con
todos sus padres y aunque ya están difuntos me acuerdo de ellos
por medio de los regalos que me dieron. -
El curandero se volvió a los guerreros jóvenes y les
preguntó
– Puesto que todo lo que tennía Corre En Bosque ahora los
pertenece
a ustedes. ¿Que van a hacer con sus regalos?
Ahora los ojos de los ancianos se fijaban en los guerreros
jóvenes
mientras decidieron ir en el bosque para discutir que hacer. Ni una
palabra
fue hablada por el pueblo cuando se fueron los guerreros
jóvenes.
Cuando regresaron del bosque, el mayor agarró el palo de hablar
y comenzó. - No queremos estas cosas que le pertenecian a
Corre En Bosque. Pero queremos aprender de los cuentos que puede
contarnos
Corre En Bosque sobre nuestros padres y el sendero del honor. -
Al oír ésto los aneianos dieron un suspiro de felicidad
porque
sabían que el curandero estaba dando una prueba a los guerreros
jóvenes y que los guerreros eran juventudes de honor.
Y así todos se pusieron de acuerdo que cada guerrero pudiera
tener
las cosas que le había pertenecido a su padre y que Corre En
Bosque
contaría las historias tras cada regalo. También los
guerreros
jóvenes le devolvieron a Corre En Bosque todos los otros regalos
que había recibido del pueblo.
Todos los guerreros jóvenes sabían que ya habían
aprendido
una gran leccion. Tabién sabian que aunque Corre En Bosque no
llevaba
muchas plumas era un gran guerrero por su pueblo un “guerrero humilde”.